Dragon Ball - Película 2 - La princesa durmiente del castillo demoniaco

 

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Dragon Ball - Majinjou no nemuri hime se estrena el 18 de julio de 1987 en sesión cuádruple junto a Saint Seiya: Jashin Eris (aunque en su estreno se llamaba simplemente Saint Seiya), y las películas de Hikari Sentai Maskman y Choujinki Metalder.  Por esa fecha, el manga iba por el capítulo 133 (final de Gokuh vs Ten Shin Han en el 22º Tenkaichi Budokai) y el anime por el episodio 70 (Yamcha contra el hombre invisible).

 

Nishio Daisuke repite como director, y esta vez está guionizada por Terui Keiji, guionista recurrente en esta etapa de Dragon Ball y de Toei en general, aunque tiene en su currículum algunos trabajos más peculiares, como la historia del primer Zelda.

 

Si en la anterior película hablábamos de que la idea parecía ser contar mucho en poco tiempo de forma que funcionara como introducción para los que no conocieran la franquicia, aquí parece que el enfoque es diametralmente opuesto. En lugar de coger mucho contenido y forzarlo a 40 minutos de metraje, la película coge un evento bastante sencillo del manga (la búsqueda de Lunch) y profundiza mucho más en él, dándole un enfoque totalmente distinto.

 

No sé si sería por la influencia del torneo de Baba la adivina, que estaba en el manga supongo que alrededor del comienzo de la producción de esta peli y en emisión cuando se estrenó, pero se recurre a múltiples recursos del género de terror. Tenemos diseños estilo monstruos clásicos tipo Universal, influencias yokai muy similares a lo que trabajaba Mizuki Shigeru, y hasta un cañón que parece sacado de un libro de ilustraciones de H.R. Giger. Toda esta ambientación se ve respaldada por un trabajo de fondos y un storyboard soberbios, superiores a los de la primera película.

 

Si la banda sonora de la anterior era buena, en esta también suben la apuesta. El tema principal de la película, un leitmotiv con distintas versiones, ensalza el contexto de terror, sobre todo la versión con coros. Curiosamente, este tema y sus variantes se reciclaron en el anime posteriormente en escenas como el sacrificio de Piccolo para salvar a Nappa, o cuando Freezer empala a Krillin, siendo más recordado en el fandom por esto que por su uso original en esta película. 

Personalmente, es una de mis películas favoritas de la franquicia. Tiene bastante sense of wonder, la animación y la dirección cumplen sobradamente, y, aunque también se reciclan muchas ideas del manga, es de las pocas películas en las que no tengo la sensación de estar viendo otra vez lo mismo, hay suficientes novedades que añaden valor a la premisa de la que parten.